viernes, 30 de septiembre de 2011


MÁS ALLÁ DE LA MIRADA


Mirar más lejos, observar la profundidad de la mirada, descubrir ese fondo que no conoces e indagar en lo desconocido, contemplar los recuerdos  y los instantes vagando en los pensamientos añejos donde las ideas despliegan un vuelo que va dejando apoderarse por  tu cuerpo, donde tu sentir toma una personalidad o una indiferencia ajena a ti, donde tu otro yo resalta de las sombras sin siquiera preguntar, queriendo identificar esa fuerza o esa debilidad oculta que nunca había salido por miedo a ser alguien que no conocemos, porque nunca terminamos de conocernos a nosotros mismos;  yendo siempre en busca de descubrimientos nuevos.

Hay veces en que es preciso detenernos y mirarnos a través de un espejo y  darnos una ojeada profunda, ese espejo que refleja debilidades, autoestima, sencillez,  madurez, nuestro niño interior. Muchos de nosotros nos atemoriza mirar más allá por miedo a encontrar algo desconocido e incluso a hallar aquello que no queremos ver. Pero observar esa profundidad nos hace localizarnos, conocernos, saber de que somos capaces cuando lo creemos todo perdido, saber nuestros propios límites, nuestras propias virtudes, nuestros encantos, desencantos.

 Todos los días de nuestras vidas al levantarnos nos miramos frente a un espejo: Despeinados, medio dormidos y cuando nos miramos reflejamos algún tipo de alegría o tristeza o simplemente nos reímos y decidimos no pensar que es lo que reflejamos y aunque no hablemos nos  decimos cosas sin hablar porque no siempre estamos preparados para ver esa parte de nosotros, porque al dar una asomada de sinceridad nos damos cuenta de que a veces no somos lo que reflejamos y que llevamos una máscara ante los demás porque nos resulta intenso vernos a nosotros mismos o permitir que otros nos vean tal como somos en realidad, nos ponemos esta mascara para no salir heridos de alguna u otra forma pero aunque coloquemos estas barreras delante de nosotros para así protegernos así también nos mantenemos encerrados en nuestra propia libertad creando nuestra propia cárcel esquivando siempre las heridas…

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