lunes, 29 de noviembre de 2010

ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE, ENTRE EL AMOR Y EL ADIOS

Cuando se pierde un amor los días se pasan más lentos las horas se hacen más largas y dolor aumenta más, le di mi corazón y le entregue todo lo que en otro cuerpo él no pudo conseguir. Y así a muchas nos pasa esto, es como seguir un paradigma de una realidad por la que es preciso pasar. Quizás para aprender de ello, quizás para estar preparado para lo inesperado, quien sabe. La verdad la vida siempre da vuelta y nos sorprende con lo más mínimos detalles.
Hablando y hablando cada vez profundizábamos más el tema, con botella de vino en mano y copas sobre aquella mesa, de forma cuadrada, sentadas frente al balcón, en pijamas como niñas, una vista un tanto misteriosa, esa vista en la que te imaginas que es en ese preciso instante en que deseas tener al lado a esa persona que  tanto añoras, y por la que has esperado por mucho tiempo. Pues la vista era perfecta para esa ocasión, sólo que esta vez dos mujeres la contemplaban  para sacar de su interior, la nostalgia y el dolor que nos consumía como se consume un papel en llamas.  

A ella la vida le ha enseñado a ser fuerte y a dominar sus sentimientos, no todas las historias de amor acaban felices, pues la felicidad dura mucho menos que la tristeza, y la tristeza dura más que la felicidad y se desvanece como ceniza sobre viento.
En toda historia de amor siempre hay algo que nos acerca a la eternidad, que nos lleva a recorrer un camino de experiencia entre lo maravilloso y lo nostálgico.
Desde pequeños siempre fuimos amigos, me decía con voz quebradiza, a medida que pasaban los años y fuimos creciendo, nuestro gustos aumentaban un poco más, sólo que nunca nos decíamos nada, pues nuestras familias eran muy cercanas y nos criamos como hermanos de corazón, cosa que me llevo a callar por un tiempo un sentimiento mas allá que el de amor por un hermano. Parece que sucedió hace tanto tiempo y, sin embargo en cuestiones de segundos los perdí. -Dijo ella, Su llanto soltó y una lágrima en mí salió. Pues sus palabras me sonaban un poco familiares, y me hacían sumergir en recuerdos no muy agradables. Podía sentir el mismo dolor que ella, como si lo estuviese viviendo en carne propia. 

Mi primer amor, mi primera ilusión fu él, como mi primera vez, continuó diciendo. A nuestros 15 años de edad tuvimos nuestra primera relación sexual. Pues el sentía lo mismo que yo en amor y deseo. Fuimos novios escondidos durante mucho tiempo. Siempre juntos a donde íbamos, nos graduamos juntos del bachillerato. Hasta que nos llegó el momento de experimentar un nuevo mundo que no era precisamente el del liceo, para ese entonces ya nuestras familias sabían de lo nuestro, era imposible ocultar algo tan evidente ante sus ojos. Empezamos a pasar de esa etapa de adolecente a pre-adolecentes. Cumplimos la mayoría de edad y nuestros gustos de carreras eran diferentes, a mi me gustaba medicina, a el ingeniera. Hicimos la prueba para entrar a la universidad y nos toco en diferentes facultades. Desde ese entonces empezamos a notar unos pequeños cambios en nuestra relación, ya nos sentíamos un poco agobiados de siempre lo mismo entre los dos, aunque el gusto y el amor aun permanecían. Al ingresar a la uní, a él le empezaron a llamar la atención otro tipo de chicas, pues sus bellezas lo volvían loco, y pasó de ser un hombre fiel a ser completamente un vago en mujeres. Yo aun no lo sabía, y seguía con él como si nada, sin querer darme cuenta de la realidad y amándolo como desde el primer día en que lo supe, y mientras el seguía sumergido en dos mundos diferentes yo seguía en el de una ilusión vana. 

El seguía como si nada estuviese pasando mientras yo planeaba una vida a futuro a su lado. Como el sueño de toda mujer cuando encuentra a ese gran hombre. Al pasar los años ya ibamos casi a mitad de carrera y un día como cualquier otro salgo de mi facultad a buscarlo, le pregunto a sus compañeros donde estaba, y me dicen que en un salón del piso 1. Pues le llevaba la mejor noticia que no habíamos tenido en muchos años de gran espera, estaba embarazada. Al abrir la puerta de aquel salón. Mi vida se desvaneció por completo. Pues sí, lo que imaginas, estaba con otra chica no sólo besándose sino más allá de ese beso. Sentía que mi vida se empezaba a desvanecer en fracciones de segundos. Una ilusión se destruyo por un engaño, que dejo marcada una huella de vida o muerte por siempre. 

Después de ver ese episodio me decidí a dejarlo para siempre, aunque lo amara y estuviera embarazada de él. Desde hacía ya unos meses yo me sentía mal, ya había ido al médico y tenia los resultados de mi examen, pero mis presentimientos me decían que había algo más, que un bebe en camino, insistí al doctor hacer unos nuevos análisis. y salió un resultado algo inesperado para mis planes a futuro.Tenía VIH. Al decirme, esa palabra su llanto fue aun mas fuerte, llenaba cada vez mas esa copa de vino que la hacia desahogarse por completo, viviendo nuevamente un pasado oculto , un presente doloroso y un camino por seguir.
 Pero lo peor no fue eso,-Continuó diciendo, sino que también me toco decirle a él que tenía sida y que no los transmitió a mí y a un ser que no tenia ni la más mínima culpa de los errores de su padre. Esas, fueron las palabras más fuertes que pudo oír en toda su vida, la alegría de ser padre y la tristeza de saber que tenía una enfermedad prácticamente incurable y que las probabilidades de sobrevivir cada uno de nosotros eran muy pocas.

Lo más probable era que mi bebe también tuviese lo mismo, y pues así fue. Ese fue uno de los peores años de mi vida. Mi futuro esposo me engaño, me entere que tenía sida y más aun, no los transmitió a las personas más importantes para él. Pasaron los meses y como el primer día que nos unimos en aquella bella habitacion, ahora nos encontrábamos en camas separadas luchando por salvar nuestras vidas y la de nuestro bebe, pasaron muchos meses estando en tratamiento, sólo sabía que él estaba en terapia intensiva, yo estaba en recuperación pues los tratamientos me sentaron un poco bien a mí y a mi bebe, pero en él no se veían buenos resultados.

 Una de las tantas noches en el hospital empecé a sentirme mal, hasta perder por completo el conocimiento…y lo que para mí fue fracciones de segundos para otros fue una larga espera poder ver mis ojos nuevamente abiertos, pasaron ocho meses en los que estuve en coma, cuando finalmente pude abrir mis ojos sólo soñaba con tener en mis brazos a ese ser tan angelical por el espere durante mucho tiempo tener ante mis ojos y por el cual luche para que sobreviviera a  tal situación. 

Cuando abro mis ojos veo a toda mi familia. y escucho con dificultad decir:- gracias a Dios y abres los ojos hija de mi alma, entre llantos y alegría todos estaban, pensamos que realmente ya no regresarías jamás,-Dijo mi madre, con gran nostalgia. - Daria lo que fuera por estar en tu lugar mi bella princesa. Las palabras las asimilaba lentamente, y mi corazón ya me dictaba que algo andaba peor de lo que estaba, al preguntar por mi bebe todos se quedaron callados por segundos y el silencio hablaba por las palabras….sentía que mi corazón se desvanecía más de lo que ya estaba que ya no podía más al saber que por lo que tanto luche y pedí a Dios me lo arrebatara de tal manera, de la impresión que causo tal noticia me sedaron nuevamente, pase días drogada y mi mente sólo decía el nombre de aquella personita que nunca puede tener entre mis brazos, pero sí sentir al menos por unos cuantos días dentro mí. Acariciaba con gran ternura su vientre, hablándole a ese bebe que ya no estaba en tierra sino en cielo. La nostalgia también invadió mi mente y alma al escuchar una historia que comienza como arco iris y termina en tormenta con huellas difíciles de borrar.

Al despertar por cuestiones de segundos pregunte por Sebastián el que en estos momentos pudo haber sido mi esposo y padre de lo que ahora no está. Me dijeron que se había ido junto a aquel angelito.- Mi llanto no se pudo contener. Copas iban, copas venían…todas las noches imagino como seria madrugar por escuchar un llanto, he escuchado quejas de muchas madres por levantarse a preparan un biberón, por no descansar a media noche, y cada vez que escucho eso sólo digo, no sabes cuán difícil es madrugar pensando en que nunca mas podrás calmar el llanto de un bebe a media noche y velar su dulce sueño sumergido en burbujas de cristal. Cada vez que me acuerdo de eso es como si lo volviera a vivir una vez más. Me decía ya desconsoladamente.es difícil y aguantarlo a veces no puedo, dejarlos ir quizás no quiero, y hoy estoy aquí agonizando del dolor. Los recuerdos de aquella noche son entre confusos y vagos. Continuó, sólo sé que estuve cerca de la muerte, y en lucha por una vida que aun logro superar día tras día.

Se hicieron las 6 de la mañana y todas las botellas vacías alrededor de nosotras viendo un bello sol sobre mar.nos secamos nuestras lagrimas, nos dimos un gran abrazo de consuelo y recibimos el amanecer con una bella sonrisa dibujada en nuestros labios dando gracias a dios por una nueva oportunidad de vivir a pesar de las dificultades. Y una resaca que hasta ahora es inolvidable.

1 comentario:

  1. te felicito hermosa?me encanta esas palabras son significativamente grandiosas

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